Siempre he disfrutado soñar, y admitir
que soy un soñador, un apasionado y un poco romántico, en otro tiempo no me atrevería.
Pero ya a los 37 años, no creo tener algo que me avergüence. Disfruto soñar
porque puedo organizar mi vida exactamente como la quiero y es que como cada
quien es arquitecto de su destino. Esto me lo he tomado muy en serio.
La diferencia es que no he dejado mis sueños en plano, pasé de ser el arquitecto a convertirme en el ingeniero de mi destino. Sí, porque llegó la hora de actuar, de materializar esos sueños y verlos convertirse en realidades.
Esta etapa de mi vida la estoy disfrutando a plenitud, porque poder comenzar a cosechar 20 años de sacrificio es muy gratificante.
Ver como el conocimiento adquirido,
tanto de mis éxitos como los de mis fracasos, me han formado y me brinda la experiencia, para que a cada paso que doy pueda sentirme confiado o seguro.
Siempre estaré agradecido de mis
padres, de sus enseñanzas, de mi familia y de esos amigos que son más que
hermanos. Pero con dice la alabanza: "Todo se lo debo a él".
Me encuentro iniciando mi
aventura, me encuentro atrapando mi quimera.
"Ten el coraje de seguir a tu corazón e intuición". Steve
Jobs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea prudente!